«Desde lo personal, en Gustavo Teruel Inmobiliaria siempre nos encontramos muy cercanos a las manifestaciones artísticas en todas sus formas.
Por esa razón, elegimos ahora acercártelo a vos.
En cada cambio de estación del año, presentaremos el trabajo de un nuevo artista que estará expuesto durante tres meses para que pases a visitarlo cuando gustes.»
«Me defino única, apasionada, soñadora, alocada, y estoy segura de lo que
hago y el camino que quiero recorrer, crear me trasporta y me da mucha felicidad. Me encanta la fusión de pintar para mì y para el espectador. Me hace sentir plena. Es una combinación perfecta.»
Sabrina Bertelo nace el 28 de enero de 1980 en Mar del Plata.
Impulsada por su madre siente una gran atracción por el arte al que adhiere asistiendo a talleres de pintura, cerámica, danza y teatro. En su juventud elige estudiar la Carrera de Diseño Industrial de la UNMDP y la carrera de Cerámica de la Escuela Rogelio Yrurtia, época en que comienza a trabajar en su obra.
Sabrina declara que pinta con el alma y que es su propio espíritu el que la va guiando. Es el arte el que la hace emerger desde las tristezas hacia la luz. Su obra se inclina, en un principio, hacia la abstracción utilizando generalmente técnicas de collages. Otra vertiente, dentro de su pluralidad creativa, la vincula a la reproducción de ciertos elementos figurativos tendientes a una expresión más vinculada con el pop poblada de colores fluorescentes y vibrantes. En relación a su vida, esta artista, vivió algunos años en Europa donde trabajó profesionalmente
creando escenografías, vestuarios y performances en Ibiza, Barcelona, Bucarest y en algunas ciudades de Italia. También tuvo durante 2 años una galería de arte al estilo Wynwood en el corazón de Guemes, Mar del Plata Argentina. Donde se exhibían sus obras y de artistas invitados.
Actualmente trabaja en su taller donde la obra surge y da clases para niños, adultos y workshops .
Como una tienda de vanidades, Sabrina nos revela parte de su mundo a
través de sus pinturas. Pasen y vean. Parece decir.
Parece… a veces las apariencias engañan. Detrás de ese «lo quiero todo y lo quiero ya»; que surge a primera vista en sus pinturas hay un relato que va surgiendo. Con palabras de Luis Felipe Noé… «el artista no sabe lo que quiere hasta el momento en que llega a saber lo que quiso».
Y hasta llegar a ese instante recorta, pega, pinta, tapa, tacha, brilloso, opaco, grande, chico, blanco, rojo, azul, mucho, poco, todo, nada.
Cada pintura con capas por detrás que la sustentan, le dan sentido al
trabajo. Un recuerdo, una añoranza de la infancia, el deseo de conservar un fulgor que, inexorablemente está destinado a desaparecer.
Porque la luz es luz por la oscuridad y es en ese juego que Sabrina dice:
miren, miren, pero miren mucho, porque hay más, siempre hay más.
La urgencia de la búsqueda está en el que hace y en el que mira, es la
urgencia del que no puede esperar y recorre una y otra vez, como en un gran escaparate, hasta encontrar aquel pequeño elemento de ese gran collage, que atrape su corazón.
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